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| Aplicando adhesivo en un pavimento flexible. |
El Adhesivo Ideal
A pesar de los más recientes avances tecnológicos, no existe un adhesivo ideal para todos los productos e instalaciones. Hay que escoger el adhesivo idóneo y luego aplicarlo siguiendo el método recomendado, sobre un soporte convenientemente listo y preparado.
En la práctica, son pocos los revestimientos flexibles que resisten el desgaste. La mayor parte de los fallos están causados por ondulaciones, dilataciones, contracciones, aparición de bolsas o de grietas, y son atribuibles directamente a una adherencia defectuosa, causada por la humedad, por que se hayan aplicado o escogido mal los adhesivos, porque no se haya pasado el rodillo pesado adecuadamente o porque estén mal preparados los subsuelos.
Algunos de los requisitos de un adhesivo para suelos son: buen agarre inicial, un tiempo abierto razonable, resistencia excelente en la unión final, compatibilidad con el soporte y con el acabado, facilidad de aplicación, resistencia a sustancias químicas y al agua, propiedades anti-desplazamiento, baja toxicidad, bajo riesgo de incendio y bajo coste.
La velocidad de secado del adhesivo vendrá determinada por su composición, la temperatura del aire y del soporte, la cantidad que se aplique y la porosidad del soporte. El instalador debe estar atento a todos aquellos factores que puedan afectar al tiempo abierto medio que indica el fabricante del adhesivo.
- Herramientas
La llana es un instrumento de medida bastante sofisticado. El espacio entre dientes y su profundidad permiten controlar la cantidad de adhesivo que se aplica. Si no se hace un buen mantenimiento del instrumento, haremos una aplicación incorrecta y correremos el riesgo de que se produzca un fallo.
- Llana Dentada
Los fabricantes de adhesivos siempre recomiendan utilizar unos determinados dientes de llana para calcular la correcta extensión del producto. Extender adhesivo sobre subsuelos de hormigón o cemento, provoca que la llana se desgaste, y si no estamos atentos puede que apliquemos una cantidad insuficiente de adhesivo, corriendo el riesgo de que el suelo no quede bien adherido, con el
consiguiente coste de futura substitución o reparación.
No sólo aplicaremos una cantidad demasiado pequeña de adhesivo, sino que el disolvente se absorberá o evaporará antes, aumentando las probabilidades de que tengamos un problema si además tardamos demasiado en bajar o colocar el material.
Por tanto, cambie regularmente las hojas gastadas de la llana o saque nuevos dientes hasta reproducir el original. A continuación le ofrecemos la ilustración de uno de los tamaños recomendados de diente:
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| Diente de Llana. |
Ancho de diente: 6 mm.
Forma del diente: en V.
La mayoría de los adhesivos comienzan a curar en cuanto entran en contacto con el aire y empiezan a formar una película en su superficie. Una vez bajado o colocado el material, al presionar el pavimento sobre el adhesivo, se chafan las crestas dejadas por la llana y el adhesivo húmedo rellena los espacios entre crestas y se agarra al respaldo del revestimiento.
Si la cresta (fruto del adhesivo que pasa por el hueco entre dientes de la llana) no es del tamaño correcto, es posible que no haya suficiente adhesivo fresco para que agarre el revestimiento. Durante el movimiento de extensión del adhesivo, debemos mantener la llana a un ángulo de 60º. Si la ponemos demasiado plana, la cresta de adhesivo será más baja de lo necesario.
Necesitaremos un rodillo pesado (68 kg) de 3 ó 4 partes que pasaremos a lo largo y a lo ancho si es necesario. Con esta operación conseguiremos que el revestimiento quede firmemente presionado contra el adhesivo, sacando posibles burbujas de aire hacia las juntas y bordes.
Allí donde no llegue el rodillo pesado, utilizaremos uno de mano o un martillo de presión. La mayor parte de los fallos del suelo comienzan en los bordes y en las juntas, por lo que estas partes deben estar especialmente bien presionadas contra el adhesivo.
- Imprimaciones
Los fabricantes de adhesivo recomiendan imprimar las superficies de los soportes que sean muy porosas o estén llenas de polvo, así como las bases de contrachapado, DM y aglomerado. Las imprimaciones mantienen concordancia con el adhesivo y normalmente se aplican cepillando bien (preferiblemente aspirando) la superficie del soporte y dejándolas secar antes de extender el adhesivo.
Una mala imprimación puede provocar un secado rápido del adhesivo, lo derivará en una colocación demasiado tardía. Además, el adhesivo puede hacer grumos al raspar el substrato cuando pasamos la llana.
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