Reconocer una base preparada
En esta fase, la superficie base o subsuelo ya debe estar perfectamente preparado para instalar el revestimiento, sin rastro de suciedad ni polvo y, si es necesario, imprimado con una solución adecuada, según recomiende el fabricante del adhesivo.
Antes de empezar la instalación planificaremos el trabajo y comprobaremos que se ha terminado el tendido de cables y conductos, instalación de tomas de corriente, calefacción central y demás servicios, tuberías, rosetas de teléfono, pintura, etc.
- Si tiene suelo radiante...
Si hay calefacción bajo suelo, se aplicará la siguiente recomendación: se comprobará que el sistema de calefacción bajo suelo está apagado 48 horas antes de que comience la instalación del revestimiento del suelo y que sigue apagado al menos 48 horas después de terminar la instalación. La temperatura se irá aumentando paulatinamente durante varios días, apenas unos grados por día, hasta alcanzar la temperatura ambiente deseada.
La temperatura no superará el máximo acordado en el sector para los revestimientos de suelos, que es de 27ºC por el lado inferior del revestimiento (la parte del adhesivo). Durante el periodo en que el sistema de calefacción bajo suelo esté apagado se dispondrá, si es necesario, de una fuente de calor alternativa, para que la superficie de la instalación esté a una temperatura constante de 18˚C-27˚C. Si no se respetan estas recomendaciones, puede sufrir las consecuencias el revestimiento. Esta recomendación es aplicable a todos los tipos de revestimientos para suelos.
- Otra consideraciones: temperatura ambiente y cuidado del material
También hay que tener presentes los efectos del calor del sol. Si las temperaturas son altas pueden dificultar la manipulación tanto del revestimiento como del adhesivo, afectando a la unión con el subsuelo por disminución del “tiempo abierto” y haciendo que el adhesivo se desprenda rápidamente.
Las losetas de linóleo se manejan con facilidad. No obstante, cada caja pesa entre 17 y 20 kg. y no deben apilarse a más de cinco alturas para que no se aplasten, dañen ni deformen. Es fácil llevarlo hasta el emplazamiento de trabajo, pero es imprescindible disponer de una carretilla elevadora o una grúa para llegar a los pisos más altos. En cuanto a la preparación del emplazamiento antes de comenzar a colocar las losetas, se aplicarán los mismos principios ya explicados.
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